El reconocido jazzista cubano Chucho Valdés prepara una gran
presentación de artistas cubanos en el Carnegie Hall de Nueva York,
donde espera reunir a Aldo López Gavilán, Dayramir González y Yonruba
Andabo, se conoció hoy en La Habana.
Tras su regreso -luego de 34 años- al Carnegie Hall neoyorkino y 22
conciertos de costa a costa de los Estados Unidos entre enero y febrero
de este año, el músico ya planea su próximo retorno a la sala de
Manhattan, que "no es solo uno de los templos del jazz en el mundo, sino
una meca de la industria del espectáculo".
El ganador de ocho premios Grammy -cinco estadounidenses y tres
latinos- anunció que a fines de 2012 llevará al mítico escenario de la
Séptima Avenida a dos de los "mejores talentos" del jazz cubano actual:
Aldito López Gavilán y Dayramir González, quien es becario del Berklee
College.
La ocasión también será propicia para presentar a Yoruba Andabo, una
de las agrupaciones "abanderadas" de la tradición rumbera de la isla
caribeña, afirmó el compositor y virtuoso instrumentista.
Más tarde, destacó, acontecerá una presentación muy especial con
otros tres pianistas latinos: el brasileño Egberto Gismonti, el panameño
Danilo Pérez y su compatriota Gonzalito Rubalcaba.
Chucho también se confesó entusiasmado or la creación de una línea de
pianos con su nombre en Japón y anunció que trabajará en un nuevo álbum
junto a su ensamble Afrocuban Messengers.
El autor de Misa negra y Mambo influenciado comentó al diario Granma
que ya se produjeron los primeros ocho pianos Chucho: "los diseñadores y
fabricantes tuvieron en cuenta el sonido del jazz latino y me honraron
con ponerles mi nombre", dijo.
Valdés manifestó además que necesita tiempo para "escribir y ensayar"
los temas de su siguiente fonograma, el cual contará con algunos
invitados pues su agrupación, que "responde a la medida de lo que quiero
expresar", no tiene un formato cerrado, indicó.
Tras su regreso -luego de 34 años- al Carnegie Hall neoyorkino y 22
conciertos de costa a costa de los Estados Unidos entre enero y febrero
de este año, el músico ya planea su próximo retorno a la sala de
Manhattan, que "no es solo uno de los templos del jazz en el mundo, sino
una meca de la industria del espectáculo".
El exlíder de la banda Irakere resaltó la acogida del público en su
reciente gira norteamericana junto a la cantante española -"en realidad
afroespañola", matizó- Buika: "todas las ciudades respondieron, aseguró,
aunque destacó el calor humano sentido en Filadelfia, Los Ángeles y San
Francisco.
El jazz afrocubano ha evolucionado, pero mantiene sus esencias,
aseveró Valdés; desde hace tiempo es aceptado como una de las corrientes
maestras del género: "de ahí que se estudien tanto nuestros clásicos
como las nuevas líneas de desarrollo", señaló.
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