Músicos de la Orquesta de la Ópera de Rouen, de París, Francia actuarán
en Cuba el próximo viernes 2 y el sábado 3 de marzo, como parte de un
programa de intercambio cultural entre el país europeo y la Mayor de las
Antillas.
Los integrantes de la compañía, el clarinetista cubano Lester Chio y
los franceses Florent Audibert en el violoncello y Héléne Bordeaux en
el violín, serán los protagonistas de una “aventura maravillosa”, como fuera calificada la visita por el director artístico y general de la Ópera, Frédéric Roels.
La provincia de Matanzas acogerá la primera presentación y luego la
Basílica Menor del Convento de San Francisco de Asís en La Habana
recibirá a los músicos, quienes interpretarán obras de compositores
diversos como el checo Antonin Dvorak, el alemán Johannes Brahms, el
austriaco Wolfgang A. Mozart y el ruso Serguéi Prokofiev.
Uno de los mayores atractivos será la presentación de la Serenata
KV-361 en Si Bemol Mayor, conocida como la Gran Partida de Mozart, una
pieza que raramente es ejecutada, según declaró el músico cubano Chio,
principal impulsor de las presentaciones de la Ópera de Rouen en Cuba.
La composición, creada en 1871, está escrita para dos oboes, dos
clarinetes, dos corni di bassetto, dos fagotes, cuatro trompas y
contrabajo -remplazado en ocasiones por un contrafagot-.
Además de mostrar el arte de la compañía de la ciudad capital del
departamento francés de Alta Normandía, la visita tiene un alto valor
pedagógico. Chio informó a varios medios de prensa que insisten en la
vinculación con las escuelas de música cubanas, para que los invitados
foráneos valoren el dinamismo de los centros de enseñanza.
En 2013, los organizadores del proyecto prevén traer a Cuba a la
orquesta completa, integrada por 40 músicos. Para entonces, junto a las
funciones, los artistas brindarán talleres y encuentros pedagógicos.
Fundada en 1998 por el director musical, el austriaco Oswald
Sallaberger, el conjunto apuesta por un repertorio lírico y sinfónico,
que va desde el estilo barroco a las tendencias contemporáneas. Algunos
críticos sitúan a la agrupación como “la precursora de orquestas
permanentes en Francia, por la interpretación de repertorio clásico con
instrumentos de cuerda y arcos clásicos, frecuentemente acompañadas por
partes de trompetas y timbales sobre instrumentos adaptados”.
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