Cual si saliera de las tandas de videos antológicos de cada encuentro
utópico, tendremos en vivo, guitarra en mano, a Vicente Feliú este
sábado 21 de enero en nuestra Caverna de los trovadictos. Vicente vendrá
acompañado en primer lugar por su hija Aurora de los Andes, joven
actriz trovadora, que desde pequeña está en los trajines del canto y que
ya hace un tiempo nos regaló un hermoso concierto en Bellas Artes. Hay
cartas debajo de la mesa, que pudieran incluso ampliar la descarga bajo
el apellido Feliú.
Vicente Feliú es uno de los grandes de la trova cubana, estudiaba con
Silvio, a mediados de los 60 comenzaron juntos a hacer travesuras con
la guitarra que luego en el Servicio Militar maduraron y hoy son
clásicos que dan inicio a la Nueva Trova Cubana. Piezas como “1974:
Canto No. 1”, “Mira como te quiero, mujer”, “¿Quién va a morirse esta
mañana”, “Apuntes para mi muerte”, “No sé quedarme”, “A los que luchan
toda la vida”, entre otras, y entre esas otras nada menos que “Créeme”
que es todo un himno de la trova cubana. Vicente, es un ejemplo
paradigmático de trovador, con su mirada aguda y comprometida con su
tiempo, que lleva las raíces de nuestra música y de la cultura
latinoamericana, como esencias creativas. Especialmente en Latinoamérica
es uno de los trovadores más seguidos y muchos son los cantores que han
versionados sus piezas.
Será, sin dudas, este encuentro con Vicente Feliú, un suceso por la
intensidad poética de este trovador, que cuando escribía “paradigmático”
no hacía un cumplido, el Tinto —como le llaman los amigos— es el
heredero sumo de ese juglar, esencial en nuestra nacionalidad, que va
guitarra en mano, con su visión de enamorado escudriñando en el ser
humano, en su país, en el mundo y sus fantasmas, cantando sus dolores,
sus sueños. Vicente es ese trovador para espacios íntimos, sin
maquillajes, sin afeites, sin efectismos, es el hombre que es parte de
una guitarra con la que la vida se expresa. Con esta Utopía especial
abrimos las celebraciones por el 40 aniversario de la fundación oficial
del Movimiento de la Nueva Trova y los 45 o un poquito más de la Nueva
Trova como canciones que rompían, a la vez que asumían una tadición; ya
que, si bien en diciembre de 1972 un amplio grupo de cantautores se
reunieron en Manzanillo y con declaraciones y documentos dejaron
asentado en la historia del país La Nueva Trova, ya desde los años 1966,
1967, Silvio, Pablo, Noel, Vicente, Martin Rojas, Eduardo Ramos,
intercambiaban canciones con cierto asombro, viendo que lo que hacían
traía en sus entrañas la voz convulsa, polémica, poética de la
Revolución efervescente.
En sus tandas de videos La Caverna de los trovadictos se vestirá de
lujo para la ocasión (lujo de su sencillez profunda) Podré detallarlas
en otro momento, pero adelanto que estrenaremos —para los que lleguen a
las 5 en punto (o ese tin antes recomendable)— un fragmento de aquel
suceso de mediados de los 70 en que nacían para la canción
hispanoamericana Víctor Manuel y Ana Belén, eran unos chicuelos con
talento que llegaron a La Habana a cantarle a Nicolás Guillén sus poemas
musicalizados. La maravilla se produjo en el patio de la UNEAC y ese
momento retornará a nosotros este sábado 21 de enero de 2012 gracias a
la magia del video utópico. Otro tiempo realmente espectacular que
apresaremos es el del encuentro de Tom Jobim con nuestro Gonzalito
Rubalcaba y otros monstruos de la música universal; se trata de un hecho
reciente, Octubre de 2010 en el Festival Jazz on the beach, donde este
piquete de constelaciones tocan y cantan la célebre “Chica de Ipanema”
de Tom Jobim y Vinicius de Moares. Los estelares son: Joe Henderson
saxo, Herbie Hancock teclados, Gonzalo Rubalcaba piano, Oscar
Castro-Neves y Paulo Jobim guitarras, Ron Carter bajo, Harvey Mason
batería y Alex Acuña en percusión. Shirley Horn y Gal Costa en las
voces. Otro de esos encuentros memorables de la cultura universal son el
de Chico Buarque con Djavan y Gal Costa, o el de Joaquin Sabina con
Charly García (estos dos últimos ya vistos en nuestra Caverna de los
Trovadictos). Esto y más fuera de la realidad ordinaria que casi nos
acosa, pero parte de esa otra cara de la realidad que es el universo
tejemos y habitamos físicamente, los que repotenciamos la vida asumiendo
las huellas de los mejores fantasmas.
La tanda bailable no dejará fuera algunos superhits como el popurrit
de los 70 de los Van Van, o Fito Páez con “El amor después del amor”,
entre otros que han sido soberanamente bailados por habituales como la
Mesa 8, la Mesa X, o la Mesa FEU; amigos que sé que estarán en este
encuentro clásico.
Nada, que nos vemos el sábado brindando por la Nueva Trova Cubana en
sus 40 y más, y serán un brindis con buen Tinto, el mejor Tinto, el
Tinto Feliú.
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