En una ceremonia que mezcló momentos de tristeza con alegría, José
Feliciano, Alex Lora, Manuel Alejandro, Les Luthiers y el difunto Joe
Arroyo fueron reconocidos con premios especiales de la Academia Latina
de la Grabación el miércoles.
Fueron varios los ausentes, pero ninguna falta se sintió tanto como
la del colombiano Arroyo, quien murió al día siguiente de enterarse que
recibiría el Premio a la Excelencia Musical.
Este “premio es extraordinariamente especial por las circunstancias …
Aprendimos sobre lo fugaz de la vida y que la música puede ser un
puente efectivo entre esa dualidad” de la vida y la muerte, expresó
Marcos Witt, tesorero de la Academia Latina de la Grabación, quien
fungió como anfitrión ante la ausencia de su presidente, Gabrial Abaroa
Jr.
El compositor y productor colombiano Kike Santander recibió el premio
en nombre de Arroyo y dijo que lo llevaría a su país. Recordó que
Arroyo conoció “con gran alegría” la noticia del premio y “se emocionó
mucho”.
Arroyo es el primer artista honrado póstumamente por la academia con el Premio a la Excelencia Musical.
Santander añadió que fue “uno de los grandes embajadores” de la música colombiana, que le dio un “sello inmortal”.
El público -invitados especiales de la academia- se puso de pie para
guardar un minuto de silencio y luego aplaudió fuertemente tras ver, a
través de dos pantallas gigantes, un video con imágenes del músico
colombiano que dejó al descubierto su talento desde sus inicios.
Manuel Alejandro fue el primer agasajado en la ceremonia, que comenzó con los premios del Consejo Directivo.
“Soy de los que no preparan nada, incluso las canciones prácticamente
las escribo en el estudio”, dijo Alejandro como disculpándose por no
tener un discurso, tras recibir la estatuilla de manos del cantante
mexicano Cristian Castro.
Estos premios “son sin duda por haber dado con la talla de cantantes
como Raphael, Jose José, Julio Iglesias…”, expresó el autor de éxitos
como “Manuela”, que popularizara Iglesias, y a ellos y a su familia
dedicó el galardón.
En la velada realizada en el Hotel Four Seasons de Las Vegas no
estuvo presente el presidente de la academia “por motivos de salud”,
dijeron los organizadores.
Tampoco asistieron el músico mexicano Jesús “Chucho” Ferrer,
agasajado por el Consejo Directivo, ni la cantante brasileña Gal Costa,
premiada por su Excelencia Musical.
Otro momento emotivo fue el reconocimiento a Feliciano, quien recibió
el Premio a la Excelencia de manos de otro legendario guitarrista: el
mexicano Carlos Santana.
“Lo que le dio a él Dios es una cosa que no se puede medir; sólo se
puede saborear”, dijo sobre el talento del músico puertorriqueño.
“Para mí es un gran honor especialmente que Carlos Santana tomara
tiempo para estar aquí, porque lo considero a Carlos como mi gurú
espiritual”, expresó por su parte Feliciano. Y en un episodio que
provocó la risa de los presentes, después de toser acotó: “No he fumado
nada”.
El cantante mexicano Alek Syntek fue el encargado de entregarle el
Premio a la Excelencia a su compatriota Alex Lora, a quien presentó como
una “leyenda del rock mexicano”.
“A nombre de todos los roncanroleros de habla hispana es para mí un
orgullo recibir esto”, expresó el líder de la banda El Tri. “Después de
43 años se siente bonito que lo conozcan a uno”, bromeó. Y a la Virgen
de Guadalupe le agradeció su inspiración y su salud.
“¡Que viva el rocanrol!”, gritó como de costumbre antes de bajar del
escenario, vestido con pantalones ajustados de cuero negro, una chaqueta
negra con brillo rojo y lentes oscuros.
“El Negro” Rada aceptó su premio a la excelencia con una enorme
sonrisa y dijo que el mismo representaba un “honor increíble” para él y
“una caricia para el Uruguay”.
“Estoy negro de alegría. Una alegría enorme”, manifestó.
El quinteto argentino Les Luthiers, también ganador del premio a la
excelencia, lo recibió con alegría y la típica ironía que caracteriza
sus actuaciones.
“Estamos muy honrados y orgullosos sobre todo porque (el Latin
Grammy) se asocia con artistas muy exitosos. El hecho de que nos lo den
lo desmiente. Nosotros no sólo no vendimos muchos discos, sino que
compramos muchísimos”, dijo Marcos Mundstock, uno de los integrantes de
la agrupación, provocando la risa del público.
“Es como si nos hayan invitado a una fiesta de familiares que
sabíamos que existían … pero no nos conocíamos personalmente”, añadió.
“¡Gracias por invitarnos a la fiesta de la familia!”.
Y la estadounidense Linda Ronstadt, honrada con el mismo
reconocimiento, aceptó el premio de manos de Neil Portnow, presidente de
la Academia Nacional de las Artes y Ciencias de la Grabación.
Los premios especiales se entregaron en una ceremonia que precede a
la 12 edición anual del Latin Grammy, horas antes que la colombiana
Shakira fuera honrada como Persona del Año por sus logros artísticos y
culturales y sus contribuciones filantrópicas.
El Premio a la Excelencia Musical es otorgado por votación del
Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación a artistas que a
lo largo de su vida han realizado contribuciones creativas de
excepcional importancia artística en el campo de la grabación.
El del Consejo Directivo es otorgado también por votación del Consejo
Directivo de la Academia a personas que durante su carrera hayan
efectuado importantes contribuciones en el campo de la grabación, pero
excluyendo las interpretaciones.
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