Mientras a través de las letras compuestas —50 indiscutibles
clásicos— por grandes como Sindo Garay, Manuel Corona, Miguel Matamoros,
María Teresa Vera y otros de aquellos bohemios creadores de finales del
siglo XIX hasta mediados del XX nos acercaron en Cualquier flor... a la mismísima raíz, en Una guitarra un buen amor
Bladimir y Fidel antologaron cien inolvidables canciones de Pablo
Milanés, Noel Nicola y Silvio Rodríguez, tres de los fundadores del
Movimiento de la Nueva Trova. Pero no se detuvieron allí, sino que
continuaron hasta llegar a la década de los 80, cuando aparecieron con
fuerza dentro del panorama musical cubano otros cuatro creadores que
comenzaron a hacer historia: Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank
Delgado y Santiago Feliú.
De esta tercera entrega nos adelanta Fidelito: «En sus 360 páginas, Trovadores de la herejía
recoge entrevistas, material fotográfico y los textos de 40 canciones
de cada uno de ellos, o sea, 160 letras tras las cuales se narran los
últimos 30 años de la historia cubana. Desde ópticas distintas, estos
cuatro trovadores han sido testigos de la vida nuestra con sus sueños y
sus dolores, con sus combates, sus desilusiones, con su fe. Herederos de
una tradición raigal en nuestra identidad, estos trovadores dan
testimonio de su tiempo, del nuestro».
Solo el siempre
«A mediados de los años 70 apareció una nueva camada de trovadores en
la Isla, sobre todo en la capital, donde solían ocurrir las cosas más
importantes. Ellos nacieron alrededor de 1960, por lo que su infancia
transcurrió en la maravillosa hecatombe social que significó la
Revolución Cubana, en la cual el día siguiente ya era el futuro y la
semana pasada historia antigua». Así, el también reconocido cantautor
Vicente Feliú ubica a los lectores de este nuevo texto de Abril, a
través de su valioso prólogo, en el contexto histórico donde surgieron y
se desarrollaron aquellos que integraron la Novísima trova o la llamada
Generación de los topos.
Para mayor información de los trovadictos, asegura el autor de Créeme y Canto No. 1,
que los entonces muy jóvenes cantautores «desconocían al empezar que
continuaban la tradición ética iniciada en 1851 por Rafael Castillo,
José Fornaris y Carlos Manuel de Céspedes, quienes compusieron una
canción de rescate para Luz Vázquez, esposa del primero de ellos. No
sabían entonces que ni un solo trovador del siglo XIX dejó de participar
en las tres guerras de independencia (...). «Tampoco sabían que, con el
tiempo, y como sus antecesores, serían cronistas de una época y de un
lugar.
«Porque una de las cualidades de quien se considere trovador —o
trovadora— es ser esponja, que nada humano le sea ajeno; tener
conciencia de que el pasado, el presente y el futuro no existen, solo el
siempre». Y gracias a esa herencia que se fue sedimentando en ellos, es
que ahora Fidelito y Bladimir pueden mostrar esta obra contundente con
el apoyo de Abril «que nos dio la oportunidad de editar un cancionero»,
recalca el director de El Caimán Barbudo.
«En pocos meses nos vimos en la necesidad de hacer —como en
anteriores ocasiones—, un corte generacional, con un mínimo de autores.
Esta vez escogimos la generación de “los topos”, o “los hijos de
Guillermo Tell”, que es muy amplia. Entre ellos se incluyen: Alberto
Tosca, Marta Campos, Pepe Ordás, Donato y Roberto Poveda, Juan Carlos
Pérez, Carlos Varela, Santiago Feliú, Frank Delgado y Gerardo Alfonso.
«Al final nos decidimos por cuatro trovadores que han venido
trabajando en paralelo, cuyas obras tienen mucho en común, con
dimensiones y resonancias equiparables y que, en cierto momento inicial,
fueron nombrados por algún crítico como “Los Beatles de la trova
cubana”: Varela, Gerardo, Delgado y Santiago. Cada cual con su poética».
A lo dicho por Fidelito a JR, se adicionan las
razones que expone un reconocido estudioso de nuestra música cubana,
como lo es Zamora: «La obra de estos autores resulta imprescindible para
calibrar los últimos 30 años de la música cubana. Baste nombrar
canciones y pensar en ellas para que se nos presente Cuba en dimensiones
diversas: Sábanas blancas, Vida, Guillermo Tell, Cuando se vaya
la luz, mi negra; Jalisco Park, Son los sueños todavía, Veterano,
Trovatur, Odisea perpetua, Habáname, Monedas al aire, Dicen que..., Con
la adarga al brazo... Sus canciones han sido hermosa compañía».
Noche especial
Este que seguramente se convertirá en uno de los libros más buscados
por el joven público lector, será presentado «en ese emblemático rincón
continental en que la Nueva Trova tuvo su primer refugio: la Casa de
las Américas», informa Bladimir. «Son incontables los conciertos y
presentaciones que, desde 1968, han ofrecido allí los trovadores de
todas las generaciones. La sala Che Guevara, de Casa, como una de sus
actividades por esta Feria del Libro acogerá este concierto presentación
Trovadores de la herejía, el viernes 17 de febrero, a
las 8:00 p.m. Allí cantarán Gerardo, Frank y Varela. Santiago no podrá
estar porque se encuentra de gira por España y no debe encontrarse aún
en Cuba ese día.
«Como el concierto en la sala Che Guevara será por invitación, se
pondrán pantallas gigantes, desde las 6:15 p.m., en la calle G, por el
costado de Casa de las Américas. En ellas se proyectarán videos de la
trova cubana, desde los años 60 hasta la actualidad, y a las 8:00 p.m.
se transmitirá en vivo lo que suceda en la sala: tanto la presentación
del libro, como las actuaciones de Frank, Carlos y Gerardo. Allí, en el
parque de la calle G, se pondrán sillas y servicio gastronómico, así
como puntos de venta del libro para quienes quieran disfrutar
ampliamente de esa noche tan especial para nuestra cultura».
Nos recuerda Díaz Castro que este concierto, por azar de la vida,
tendrá lugar el día 17, «víspera del aniversario 44 del primer concierto
de la Nueva Trova. Y es que el 18 de febrero de 1968, en esa misma
sala, Silvio Rodríguez, Noel Nicola y Pablo Milanés cantaron sus
canciones, pocas por entonces, a tal punto de que se les agotaron y
acudieron a algunos trovadores que estaban en el público: Vicente Feliú,
Eduardo Ramos y Martín Rojas.
«Con esta fiesta que estamos preparando, no solo celebraremos el año
del 40 del Movimiento de la Nueva Trova, sino las cinco décadas de la
UJC».
A partir de las 9:00 a.m. de este viernes, comenzará en la Sociedad
Cultural José Martí, en el Vedado, el Coloquio de las ciencias.
Tres textos en Braille se presentarán hoy, en la Sala Alejo Carpentier (12:00 m.), de La Cabaña: Cuando llueve, Magia del calor y Sastre de sueños.
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