|
ELIZABETH LÓPEZ CORZO |
Descubrí a
Danay Suárez en un video clip; ella cantaba el tema “
Yo aprendí”.
Me pareció muy auténtica, esa joven desandando las calles de La Habana,
que mientras rapeaba nos miraba fijo y con mucha seguridad en su
palabra, como si nos hablara directamente, como si no hubiera una
pantalla o un corte de edición de por medio.
Su sonoridad, unida a lo que ella dice, se mueve cómodamente de un
lado a otro, como si no existieran géneros musicales, y esto la hace
dueña de un estilo propio que no necesita adornos, porque viene de su
alma, como ella misma dice.
“Yo estudié Informática y esto solo fue en mi vida un anuncio que
definiría más tarde una de mis pasiones: la edición musical. Aunque no
aprendí a hacer esto en la escuela, con ella he podido ser parte de
muchos de mis procesos creativos, puedo hacer beats, grabar voces,
mezclar y masterizar ocasionalmente”.
Y entonces, ¿cómo llegaste a la música?
Me interesé por cantar desde que tuve uso de razón, pero por una
cuestión u otra estaba lejos de las conexiones del sistema escolar
artístico. Mi madre de siempre ha escuchado buena música, conoce mucho
de artes y creo que esta escena familiar fue estimulante para mi hermano
Ledian Fernández- que es hoy un gran artista plástico- y para mí.
Esta motivación comenzó a expresarse por el año 98, cuando me
encontré con el movimiento de Hip Hop cubano por casualidad. Fue en la
propia esquina del barrio de mi padre, Buena Vista, que conocí a dos de
los más importantes del rap en Cuba: Reynor, del grupo Explosión Suprema
y Randy Acosta, de Los Paisanos. Recuerdo que estaban comiendo pizzas y
me invitaron a una peña… no a las pizzas jajajaja, y a partir de ese
momento comencé a ser parte del rap cubano.
Saliste vencedora en un concurso Cuerda viva, ¿cómo valoras
los espacios mediáticos y de desarrollo que tienen los músicos jóvenes
como tú en este género?
Valoro mucho los espacios televisivos, con una propuesta auténtica,
que no transforma la estética y sonoridad de los artistas a su antojo,
sino más bien la respeta y les propicia una plataforma de promoción y
difusión con óptima calidad. Esto fue para mí Anita Rabasa, a la cual le
devuelvo muchísimo respeto y cariño por ser la primera en invitarme a
cantar en su programa Cuerda Viva y además por ser revolucionaria dentro
de la Televisión Cubana y ampliar el espectro musical, dando una
oportunidad a muchos, que tenemos una propuesta individual.
Fui premiada en el
Festival Cuerda Viva 2011
con el primer programa que hice, en la categoría de mejor agrupación de
Música Alternativa. Y ese mismo año gané un Lucas y varias nominaciones
por mi video “
Yo Aprendí”.
Esto fue muy positivo para mi presencia en los medios cubanos, un
área que estaba desatendida por todos los compromisos de trabajo que yo
tenía en Europa. Es importante la presencia en los medios de difusión
pues hace masiva tu propuesta y logra más alcance la palabra.
En cambio, creo que en estos momentos existe una burocracia que
interrumpe algunos procesos creativos antes de llegar a su fin y esto se
nota en cada espacio mediático.
Aunque has dicho que no eres una rapera, a pesar de que
cantas rap, este género es muy conocido en ti ¿Qué posibilidades ves en
el rap para desarrollarte como artista, qué ventajas te ha dado?
Siento mucha pena de que se desconozca la importante labor de fuerza y
fe del Movimiento de Rap Cubano, mientras que el resto de Latinoamérica
y otras partes del mundo sí reconocen su valor y lo respetan al 100 %.
Tengo gran orgullo de haber llegado a este género y de que las Peñas
de Rap hayan sido mi punto de partida en mi etapa adolescente, en la que
buscaba orientación, sobre todo para encontrarme a mí misma. Me parecía
súper difícil ver cómo los raperos podían hacer un retrato hablado de
la vida con coherencia y a la vez con rimas durante tres o cuatro
minutos.
El rap me ha brindado muchas posibilidades como la de la libertad en
la expresión, consecuencia entre mi palabra y mi actitud diaria. He
tenido la oportunidad de conocer amigos que se entregan y creen en ideas
por amor al arte y por amor a ideales de evolución, noches enteras de
improvisación y rimas, fiestas en las que no se cobra la entrada y salen
los mejores temas del muuuuunnnndooooo. El rap es más bien un hábitat
para mí, en él me desenvuelvo de manera natural.
El hecho de ser mujer, ¿cuánto ha influido de una manera u
otra en tu carrera y en el género que defiendes? En Cuba el rap o hip
hop tiene algunos exponentes femeninos pero la mayoría de los
intérpretes son hombres ¿Cómo ves que el público asimila, comprende el
trabajo de mujeres como tú? ¿Y tus colegas varones, cómo es la
aceptación y el trabajo con ellos?
Todos estos hombres son mis amigos y me los he ganado así como ellos
me han ganado a mí. Nunca he dejado de ser quien soy para ser aceptada,
porque creo, más que en géneros femenino o masculino, en la fuerza
humana, tenga saya o pantalón. Pero, esto no quiere decir que deje de
denunciar en mis temas lo que me parece mal hecho aunque esto incluya
una denuncia hacia ellos mismos o hacia nosotras mismas. No he tenido
obstáculos en mi trabajo por ser mujer, me siento fuerte siendo yo misma
y eso ha fluido muy bien. Referente al público pienso que merecen lo
máximo, ellos saben cuando una canción es del alma y cuando no, hacen su
elección y ya está.
En alguna ocasión dijiste que te encantaría dedicarte al
jazz, ¿por qué? ¿Cómo ha sido la experiencia que has compartido con
Robertico Fonseca?
Porque el jazz, es otra de mis grandes pasiones, y es la música que
siempre va en mis reproductores, en la que entiendo cada detalle, cada
error, siento cómo hablan los instrumentos, además, es el género que
finalmente más se parece a mí porque cambia de estado, de dinámica, no
encierra, da libertad a la improvisación. Creo que dentro de este género
caben todos.
Roberto Fonseca-
personalmente para mí, Fonse- es el ejemplo perfecto de lo que explico.
Además de ser uno de los hombres más íntegros que conozco, es un gran
amigo y una mano derecha que le ha dado luz a cada paso mío desde que
nos conocimos en los estudios legendarios de la EGREM.
Con sus acciones él refuerza su manera de creer en mí, a veces
esconde las palabras y sé que todo está bien, cuando habla…a veces lloro
y tengo un nuevo aprendizaje. Él fue productor musical de un disco muy
especial de jazz, que grabé en los estudios EGREM en 2010, licenciado
con Browswood Recording y Gilles Peterson, llamado
Danay Suarez,
Havana Cultura Session. Fue totalmente improvisado al estilo de los Jam
Session de los años 60 en Cuba, llegamos en ocasiones a un trance
musical durante la grabación de este disco de 4 profundas y prolongadas
canciones.
Con
X compartí la
experiencia de trabajar en un show bien grande y dinámico desde su
propuesta audiovisual. Estos años fueron buenos para mí, porque conocí
muchos músicos, me acerqué a otro público, hice mis primeras giras, me
probé en otra sonoridad. Profesionalmente fue una gran preparación para
hacer luego mi propio camino.
Por lo que he visto y escuchado tus preferencias tienden a ritmos norteamericanos, ¿quiénes son tus ídolos en esta música?
Cada músico va creando en su sistema un banco de sonidos que queda
dentro de manera casi inconsciente y que se debe a todo su consumo de
música. No estoy exenta de esto, tengo influencia de ritmos de todo el
mundo. Cuando escucho una producción de reggae, por ejemplo, se me
dispara un chip de sonidos que me hacen cantar sobre este género de
forma fluida y así me pasa con muchos géneros. Claro está que hay
algunos que requieren de más técnica vocal. Yo estudié un tiempo la
música clásica y canto lírico. Mis preferencias no excluyen géneros, me
gusta lo que me llega al alma y trabajo sobre una línea melódica que me
inspire o las construyo.
Todos los seres humanos en general tenemos aportes auténticos, por
tanto prefiero no mencionar algunos de referencia y que se queden fuera
otros.
Háblanos de tu disco “Polvo de humedad”; ¿es independiente o
con alguna disquera? ¿De quién son los temas, tienes invitados en él,
hay un género en especial…?
“
Polvo de la Humedad”
es un álbum especial pues compila una selección de los primeros temas
que grabé cuando me inicié en el rap. Cuando pase el tiempo se buscará
como mi primer disco, aunque tuve grabaciones previas a él. Tiene una
sonoridad Hip Hop Reggae y no tiene invitados, grabé en los estudios
Real 70, muchos saben que en este estudio se ha grabado casi toda la
historia del rap cubano. No está licenciado con disqueras, es
independiente. Y hasta la fecha todos los temas grabados son de…. míos
míos míos.
Tu mamá me dijo que estás haciendo dos discos a la vez. Coméntanos un poco sobre eso.
Sí, a mi mamá le gusta dar primicias. Recién mastericé un disco que
tenía grabado desde el año 2008, llamado “Viejo Sonido Turbio”, tiene
una sonoridad Electro Hip Hop Reggae y su temática aborda temas bien
fuertes que aún son actuales en la realidad social, económica, política y
en los valores humanos. Importantes productores y tecladistas de música
urbana han trabajado en el disco, que estaba guardado dentro de mis
proyectos pendientes; por esta razón nadie supo de esta producción
discográfica antes.
He decidido que este año o el próximo será el mejor momento de
licenciarlo y distribuirlo pues recién termino de grabar voces para mi
más reciente producción discográfica producida por
Roberto Fonseca llamada “Palabras Manuales” y es un trabajo posterior en el cual hemos tratado de hacer el arte mayor para lograr sensaciones.
No quisiera adelantar más que el nombre de este CD que está grabado
con todo el “temperamento” de los músicos de esta gran agrupación.
Espero que al terminar lo puedan tener en sus manos y sientan todo su
contenido. Pero antes le cedo el paso a “Viejo Sonido Turbio”.
En estos momentos, ¿en qué estás pensando como trabajo futuro?
Me gusta tener reserva de muchos de mis planes para que se concreten
con las energías correctas, pero entre tantas cosas he pensado hacer una
canción con Damian Marley.
¿Cómo te definirías, tú y lo que haces?
Me defino como un ser humano normal, con una necesidad de reflexión y
expresión que se está canalizando a través de mis canciones. Definir lo
que hago sería ponerle etiquetas y la verdad es que muchas veces esto
puede ayudar, pero otras, niega la posibilidad de acercamiento de
alguien que no se sienta dentro de la órbita etiquetada.