martes, 12 de julio de 2011

En Cuba ha existido secularmente una larga tradición de música bailable, que ha producido relevantes figuras del género, y entre los más destacados se encuentra José Manuel Aniceto Díaz, flautista, compositor, director de orquesta y pedagogo a quien recordamos hoy en el aniversario de su desaparición física (TR) En la ciudad de Matanzas, nació José Manuel Aniceto Díaz el 17 de abril de mil 887 (P) Desde pequeño se integró al mundo de la música ayudando a cargar los instrumentos musicales en una orquesta (p) Mientras aprendía el oficio de sastre estudiaba solfeo y teoría con un tío bombardino de la Banda de Matanzas, luego estudió el figle con el instrumentista Eduardo Betancourt, de la Orquesta de Miguel Failde y ya en mil 902 sustituyó a su maestro en la orquesta donde permaneció varios años (P) Además estudió flauta y piano(p)En la década del diez, del pasado siglo empezó a cosechar los triunfos ejecutando la flauta y como compositor es cuando crea sus primeros danzones” El chiflido”, “Yattey”, “La Pulga”, “A la voz de fuego”, “La niña de los besos” (TR) En mil 914 Aniceto Díaz crea su propia orquesta y en el mes de mayo se presentan en los salones del Liceo Artístico de Matanzas (TR) Ante la popularidad del son Aniceto Díaz creó lo que llamaría danzonete, una forma que partió de los elementos fundamentales del Danzón, no se trata de una fusión entre son y el danzón, sino de una variante del danzón a la que se incorporan elementos del son (P) El 8 de junio de mil 929 se estrenó el primer danzonete, titulado Rompiendo la Rutina, en el Casino Español de Matanzas (TR) El domingo 25 de noviembre del mismo año MIL 929, interpretaron en la primera transmisión de la Radioemisora PWX, de Matanzas, y poco después en la Cuban Telephone, de La Habana (p) Compuso además otros danzonetes, entre ellos:” El trigémino”, “El cocodrilo”,” Zona franca”,” Dulce imagen” (TR) Aniceto Díaz murió en La Habana, el 10 de julio de mil 964 (TR) Aunque su creación, el danzonete, fue un género o ritmo de efímera vida, dejó maravillosas páginas en nuestra música, sobre todo, gracias a Paulina Álvarez, a quien se le llamó la emperatriz del danzonete (p) Además influyó decisivamente en compositores y directores de orquesta como Antonio María Romeu, Antonio Arcaño, Arsenio Rodríguez o Enrique Jorrín.

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